Estaba dormida tranquilamente y
de repente me despierto y no oigo ningún ruido. Ninguno. Cero. Esto porque
estoy tumbada de lado, con mi oído izquierdo pegado a la almohada y el derecho
hacia el techo. Y al improviso recuerdo “claro, es que he perdido mi oído
derecho con la operación”.
Enseguida me pongo a analizar
esta frase y me digo que no es del todo cierta.
¿Es realmente “mi” oído derecho? ¿Desde
cuando es mío? ¿Quién ha dicho que es mío? Siempre lo he creído, porque he
nacido con el, siempre ha estado allí, me ha regalado años de alegría dejándome
escuchar música fantástica, discursos, conversaciones… por esto siempre he
dicho “mi” oído.
Realmente nada de nuestro cuerpo
nos pertenece y muchas veces no podemos controlarlos. Son compañeros de viaje
que teníamos al nacer y en cualquier momento, por cualquier razón, pueden dejar
de acompañarnos.
¿Porque he dejado de considerar mías
mi funcionalidades y extremidades? Pues para no deprimirme demasiado, porque
algo tuyo se supone que puedes controlarlo y evitar que te lo quiten, mientras
que algo que no te pertenece puede desaparecer en cualquier momento y no hay
porque hacer un drama de ello. Aunque es difícil. Cuando has tenido algo por
mucho tiempo, vivir sin el no es fácil. Recuerdas todo lo que hacías con el
antes y miras tu vida ahora y la encuentras vacía.
Si, parece como si mi oído fuera
mi novio y me hubiera dejado :D, estoy experimentando los mismos sentimientos
de abandono.
No he podido acostumbrarme… me he
dormido antes de la operación oyendo por los dos oídos y me he despertado con
uno menos.
Y gracias a no se quien esta ha
sido la única perdida que he experimentado. Podría haber ido mucho peor.
Me duele la perdida y por otro
lado pienso que no es para tanto y estoy realmente contenta de cómo ha ido
todo.
Por un lado me siento realmente
infeliz porque no seré capaz de escuchar la voz de mis amores, ni la música que
me encanta por los dos oídos y por otro lado pienso “bah, para lo que hay que oír…”.
Por otro lado, me siento
realmente feliz porque estoy bien y solo ha pasado mes y medio de la operación.
Aunque hay algo de miedo pensando al trozo de tumor que me han dejado dentro
por estar en una posición complicada.
Supongo que, tal y como se ha
cerrado la herida, esto también pasará. Aunque la cicatriz no se irá nunca del
todo. O si. Veremos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario