Traducir

jueves, 29 de noviembre de 2012

Perder un ojo




No tengo tiempo hoy pero quería pararme un momento y dedicar un espacio a Ester Quintana.

Es de deber. 
Quiero hacerlo.
 
Ojalá pudiera hacer más por ella. 
Yo se lo que significa perder algo que era tuyo (la audición en mi caso) pero en mi caso era conocido, justificado y un precio a pagar para poder vivir mejor.

Ester perdió un ojo en 14-N en la manifestación (legal y pacifica) que culminó la jornada de huelga general.

Ester no es una violenta, no es una “antisistema” es una chica normal. Lo que os comento le pasó justo en el sitio donde yo había quedado con otras personas del Comité de Empresa de mi empresa para participar en la manifestación. 

Podría haber sido yo.
Podría haber sido mi marido.
Podría haber sido un compañero.

Ha sido ella. 

¿Mala suerte? No, NOOOOOOOOOOOO. No es mala suerte. Esto NO tenía que pasar. Hay culpables y quiero que paguen. 

Ya que no va a ser posible devolver el ojo a Ester, por lo menos que pague la gente que ha causado esto.

¿A dónde quieren llegar? ¿A un estado de sumisos? ¿A matarnos de miedo?

Ester lo dice claramente: si cedemos al miedo, habrán ganado. 

Por mi, no ganaran nunca.

p.s. Ester habla en catalán, mas adelante su madre lo hace en castellano.




miércoles, 21 de noviembre de 2012

Onda su onda: radiaciones electromagnéticas y tumores



Hace semanas que tenía intención de preparar esta entrada del blog y siempre lo he retrasado. Es una mezcla de miedo de crear alarmismo y necesidad de documentarse bien antes de escribirla. Pero ahora aquí estoy: he leído, he buscado y me he basado en mi experiencia personal. Muchas cosas que diré no dejaran de ser opiniones o experiencias subjetivas pero da igual, espero os sirvan de ayuda.

Soy ingeniero de telecomunicaciones, la tecnología me gusta, es mi vida y mi trabajo. 

La tecnología móvil: posibilidad de comunicarte con quien quieras en cualquier momento y cualquier sitio. Los moviles son objetos que unen, que desintegran distancias. Una cosa maravillosa, sí. Pero ¿y si nuestro cuerpo tuviera alguna reacción a las ondas electromagnéticas a las que está constantemente expuesto?
Si nos paramos a pensar, cada día estamos sumergidos en un mar de electromagnetismo: nuestros móviles, las wifis, los portátiles con wifi, las antenas de la red móvil, los teléfonos inalámbricos, los hornos de microondas y más cosas que ahora no se me ocurren.

Alguien podrá pensar “¡por dios! ¿Un horno de microondas funciona del mismo modo que un móvil? ¿Puede un móvil freírnos la cabeza?”. ¡Alto! Un horno de microondas utiliza las ondas electromagnéticas para desencadenar varias reacciones que llevan al calentamiento de los alimentos, en el mismo rango de frecuencia que un movil si, pero hay una diferencia básica entre un móvil y un horno de microondas: la potencia a la que funcionan. Un microondas funciona, dependiendo del modelo claro, a una potencia de entre 600 watios hasta 1000 watios (no sé si hay modelos con potencias superiores) mientras que un móvil transmiten con picos máximos de 2 watios (estoy generalizando, hay muchos tipos de terminales con diferentes tecnologías de transmisión como GSM 850/900, GSM 1800/1900, UMTS/3G con diferentes clases de potencia...). 

¿Qué significa esto? Pues para simplificarlo y que se entienda aunque la comparación sea poco afortunada… si te tumbas al sol en verano 10 minutos no es lo mismo hacerlo a las 8 h de la mañana o a las 14 h cuando el sol está más alto y calienta más. Te bronceas en los dos casos, a lo mejor en el primero se ve poco y en el segundo más. El problema está cuando te pones 2 horas al sol a las 14 h que te puedes quemar. Y más problemático es el caso de una piel sensible que a las 10 h se pone media hora al sol y a lo mejor se quema.

Pues aquí tenemos el mismo problema: está claro que las ondas electromagnéticas tiene efecto sobre el hombre. Cuanto no se sabe. Ni que sea igual para todos. Os hago un ejemplo totalmente subjetivo y basado sobre mi experiencia. En la universidad tenia asignaturas de antenas de transmisión y hacíamos laboratorios con antenas transmitiendo a diferentes potencias y con diferentes diagramas de irradiación (una antena tiene un diagrama de irradiación asociado característico por el tipo de antena). Al final de la clase algunos amigos (yo incluida) teníamos dolor de cabeza que podía ser de diferente intensidad: algunos era un ligero malestar y en otros casos (como en el mío), tenía que irme a casa y meterme en la cama. También había personas que no estaban afectadas en absoluto. Es totalmente empírico pero puedo decir que ha pasado más de una vez, cosa que me ha llevado hacer una conexión 1:1 entre laboratorio de antenas y dolor de cabeza, habían diferentes niveles de afectación y esto me lleva a decir que cada uno tiene una tolerancia diferente.

¡Vaya tostón que os he metido ya! :S

Todo esta introducción era para poneros un poco en situación para poder explicar que la IARC (international Agency for Research on Cancer www.iarc.fr) ha clasificado los campos electromagnéticos del rango de las radiofrecuencia como “POSSIBLY CARCINOGENIC TO HUMANS”. Si, “posiblemente cancerígenos para las personas”. Echamos un vistazo a la explicación del IARC sobre esta definición (podéis encontrar todos los detalles aquí http://monographs.iarc.fr/ENG/Preamble/CurrentPreamble.pdf):

Group 2B: The agent is possibly carcinogenic to humans.
This category is used for agents for which there is limited evidence of carcinogenicity in humans and less than sufficient evidence of carcinogenicity in experimental animals. It may also be used when there is inadequate evidence of carcinogenicity in humans but there is sufficient evidence of carcinogenicity in experimental animals. In some instances, an agent for which there is inadequate evidence of carcinogenicity in humans and less than sufficient evidence of carcinogenicity in experimental animals together with supporting evidence from mechanistic and other relevant data may be placed in this group. An agent may be classified in this category solely on the basis of strong evidence from mechanistic and other relevant data.

Conclusión (totalmente personal): no sabemos hasta qué nivel afecta pero inocuo no parece ser. 

Y otra conclusión totalmente personal también: hace falta hacer más estudios para entender lo que todavía no se ha entendido.

Las conclusiones del IARC están basadas sobre un estudio recogido en el monográfico 102 (que todavía no está publicado). Podéis encontrar información sobre el monográfico 102 aquí: http://www.iarc.fr/en/media-centre/iarcnews/2011/Intr_Monog102.pdf y http://www.iarc.fr/en/media-centre/pr/2011/pdfs/pr208_E.pdf

¿Y porque he hablado de esto? Porque la IARC está estudiando la influencia de las radiaciones electromagnéticas sobre los humanos ligadas con la aparición de lesiones como gliomas o también neuromas del acústico, que es lo que tengo yo. Un bonito neuroma del acústico.

Tener un tumor cerebral no es bonito, os lo digo por experiencia personal muy a mi pesar, aunque el neuroma es un tumor benigno (el glioma no lo es, es maligno) es peligroso y muy muy molesto. Y dependiendo de cómo vaya la extirpación del neuroma lo mínimo que te puede pasar es que pierdas audición. Lo peor que puede pasar no os lo digo, mejor no pensar en ello.

Así que (otra consideración totalmente personal) ¿si no estamos seguros que algo sea totalmente inocuo, porque no utilizar un poco de prevención para minimizar riesgos? 

Al principio, hace ya muchos años, el móvil era expresión de poder y riqueza: lo usaban los hombres de negocio, ¿recordáis los aparatos grandes como un zapato del 46? Luego se fue popularizando su uso, siempre más gente tenía móvil, los precios bajaron, las tarifas también… al día de hoy su uso es pan de cada día: al final del 2011 se calculaba que habían más de 6 billones de suscripciones móviles, o sea el 87% de la población mundial tiene una subscripción móvil. ¿Asombroso, eh?

Hay muchos jóvenes que utilizan el móvil, y los niños tienen siempre más contacto con él. Imaginaos que la industria ya los ve como consumidores potenciales y empieza a fabricar modelos para niños, con muy pocas teclas y muy fáciles de usar. 

¿Pero qué pasa con los niños? Esto es totalmente personal y a lo mejor no tiene fundamento pero su sistema nervioso y su cerebro están en pleno desarrollo. Su cabeza es más pequeña en proporción a la de un adulto y los huesos del cráneo más finos. ¿Estamos seguros que las radiaciones de los móviles no influyan en nada?

Como no estamos seguros, deberíamos aplicar medidas preventivas como he mencionado antes. ¿Cuáles? Pues por ejemplo las siguientes:


  • Utilizar auriculares cuando se habla por el móvil
  • No llevar el móvil pegado al cuerpo
  • No acercarse el móvil al oído antes de que se haya establecido la comunicación (se tiene un pico de potencia en aquel momento)
  • Si los niños quieren jugar con el teléfono, desactivar la red (ponerlo en modo vuelo)
  • No dormir con el móvil al lado de la cabeza (hay adolescentes que duermen con el móvil debajo de la almohada!!!)
  • En casa o en el trabajo utilizar el teléfono fijo (el cordless también emite radiaciones)
  • No usar el movil cuando la cobertura es mala

El tema es no ir para atrás, si no seguir hacia adelante pero de manera segura para todos. Entonces necesitamos más estudios para ver qué efecto tienen estas ondas electromagnéticas sobre nuestros cuerpos, necesitamos mientras tanto prevenir y necesitamos que los organismos responsables de la salud pública hablen de esto con total transparencia y sean eficaces tanto en medidas preventivas como en nuevos descubrimientos.

Continuaré siguiendo el tema con mucho interés.