Traducir

lunes, 29 de octubre de 2012

3 months post-op - Sometimes shit happens



Ya han pasado 3 meses desde la operación. Que sea bueno o malo todavía no lo sé, pero el tiempo pasa de prisa. Es que la clasificación “bueno” o “malo” dependerá de cómo se miren las cosas… por ejemplo el peque tiene 13 meses y esto es bueno porque está creciendo. Pero es malo porque está creciendo muy de prisa y ya me cuesta recordar la sensación de tenerle en brazos cuando pesaba menos de 4 kg. Recuerdo que tenía como la sensación de que podía escurrirse de repente por la poca cosa que era pero no recuerdo todos los detalles. Es curioso.

Pues nada, que ha pasado un tiempo. Me están controlando (como a todos los que hayan pasado por este tipo de operaciones… vamos a ser  “controlados” de por vida, por lo menos una vez al año nos espera la cita con el túnel de la resonancia magnética). Y analizando los resultados de la última resonancia, el neurocirujano me ha dicho que lo mejor que se podía hacer ahora con los restos del tumor era darle una buena dosis de radiación para estar más tranquilos. La radiación se cargaría las células tumorales que pueden haber quedado por allí (y seguro que han quedado porque los resto tienen forma de una judía vacía con unos milímetros de grosor del borde) e intentar reducir la capsula para que reduzca su tamaño y deje de presionar el tronco encefálico. 

¿Suena bien? Pues no. Pero como se dice aquí, ajo y agua y a ver si con la radio acabamos de solucionar el problema. 

Esto no pasaría si me hubiesen extirpado todo el tumor, pero NI POR UN MOMENTO he cuestionado las decisiones del neurocirujano: si lo hubiesen hecho ahora tendría parálisis facial permanente y vete a saber que más problemas. Diré una vez más que apoyo al 100% sus decisiones, estoy encantada que haya decidido dejarme mi cara e intentar combatir lo que queda de tumor por otro camino. ¿Lo peor que podría pasar? Que dentro de unos años (¿quizás 10? ¿Quizás más? ¿Quizás nunca?), esto vuelva a crecer y tengan que quitármelo todo. Pues son más años que habré vivido con mi cara, sin complejos, sin mirarme en el espejo  recordando cada vez que he tenido un tumor cerebral.

Pues nada, ahora estoy a la espera de que me llamen y me digan cuando empiezo con la radio (todavía no se sabe si será solo una sesión de radiocirugía o mas sesiones de radio estereotáxica, ya os contaré después de hablar con el medico que me tendrá que tratar).

Durante este mes también ha pasado otra cosa. En la visita al otorrino me han hecho una audiometría. Ya os había comentado que no oía nada por el oído derecho… pero me equivocaba. Me han encontrado un 30 – 40 % de audición: yo no me doy cuenta porque el oído izquierdo por ahora funciona tan bien que me parece no oír nada por el otro, pero no es así. Mi oído derecho esta perjudicado pero SI FUNCIONA. Esto de por si no significa nada, porque no es viable ponerme un audífono ya que con lo bien que funciona el izquierdo solo molestaría… pero si un día (a los 60 años por ejemplo… ¡¡¡si es que llego!!), tendré algún problema de audición con el izquierdo SI que podré mejorar la audición poniendo un audífono en los dos oídos. Parece nada pero yo pienso que no haber pedido la audición completamente no tiene precio: es otra cosa que le agradezco de todo corazón a mi médico.  Estaba tan contenta cuando lo descubrí que me eché a llorar como una niña en la consulta del médico con los cascos de la audiometría puestos. Cuando crees que algo que considerabas tuyo se ha ido, intentas hacerte una razón de ello, intentas no llorarlo y no echarlo de menos. Pero cuando ves que todavía está allí, que no lo has perdido del todo aunque lo hubieras creído, entonces se te encoge el corazón, agradeces lo mas mínimo y te sientes feliz. Así me he sentido yo.

He tenido mucha suerte, otro cirujano me habría dejado en otra situación seguro. No puedo parar de pensarlo. Y no puedo parar de agradecerlo.

Ahora queda por ver cuanta audición me quedará después de la radio, ya que puede pasar que los nervios, especialmente el acústico, se vean un poco afectados. Esto también se aplica al facial, aunque después puede que recupere movilidad tal y como la he recuperado después de la operación. 

Está todo por ver.

En el título de la entrada he puesto “sometimes shit happens” porque me había hecho la ilusión que todo se había acabado con la cirugía pero no. Por esto “shit happens”. Pero pensándolo bien, la “shit” podría haber sido increíblemente más grande. Y REPITO… agradezco que todo hasta ahora haya ido así.
Pronto contaré más.

martes, 2 de octubre de 2012

2 months post-op



Han pasado dos meses del día de la operación y aquí estamos.

Claramente no al 100% pero con muchas ganas de recuperar la forma.

La gente que no sabe mucho del tema (me incluyo) me mira como si mi actual estado de salud fuera normal… suerte que cada vez que hablo con un médico me recuerda lo afortunada que he sido y lo bien que estoy considerando la magnitud y situación del tumor. Todavía tengo un poquito la media cara dormida, me queda un pelín de parálisis facial (que no se ve si no hago caras raras) y un poco de inestabilidad. Y tengo la buenísima perspectiva de que, si todo va bien, lo único que tendré que hacer en los próximos años es controlarme periódicamente haciendo resonancias. Ojalá, lo firmaría ahora mismo.

La verdad es que han pasado dos meses, me siento bien y con perspectiva de encontrarme mejor.
Recapitulando logros:


  •        Ya me he reincorporado al trabajo, aunque me canse un poco estando mucho tiempo mirando la pantalla, voy haciendo poco a poco. Volver al trabajo es un logro muy importante porque es recuperar una parte de la vida “normal” que tenía muchas ganas de volver a vivir. Os parece raro que tenga ganas de trabajar?? Pero muchas??
  •        Ya que ni siquiera me han afeitado la parte que iban a operar, la cirugía casi no ha dejado rastro. Yo no sabía que iba a ser así. Este descubrimiento después de la operación fue muy pero que muy agradable (tampoco es que no quisiera perder mi espesa cabellera… pero por lo menos estos 4 pelos esconden una cicatriz que no me hubiese gustado enseñar).
  •        Desde el postoperatorio no tuve ningún problema con mi ojo derecho y esto no tiene precio. Cerrarlo, abrirlo y lagrimar normalmente no tiene precio. Tampoco tuve muchos problemas con mi cara, los primeros días solo se me escapaba un poco de líquido de la boca si no prestaba atención… vamos, un lujo.
  •         He cogido un poco de peso, la Dexametasona me daba mucha hambre, he estado sin hacer actividad mucho tiempo y además me he pasado tres pueblos haciendo pruebas con la máquina infernal (aka Thermomix). Este último ha sido un verdadero problema :D. O sea que en los próximos meses el objetivo también es recuperar un poco la forma.
  •         Físicamente estoy flojita. Tendré que empezar hacer alguna actividad para recuperar tono y resistencia. Llevar a Adrià a cuestas no vale como actividad :P

Estoy muy contenta. Lo que tengo es nada en comparación con lo que me podía pasar. He tenido suerte con todo, las elecciones que ha hecho el neurocirujano durante la intervención han sido buenísimas y sus manos mágicas. La gente me dice “es su trabajo”… ya lo sé, pero le agradezco muchísimo que haya elegido este trabajo y que lo haga tan bien. Y pensar que los recorten afecten a los sueldo de la gente que realmente hace que tu vida mejore me indigna realmente mucho.