Hoy debería haber sido el primer día
de radioterapia para mí. Pero no.
El martes pasado también debería haber
sido el primer día de radioterapia para mí. Pero, obviamente, no lo fue.
¿La diferencia? Hoy fuimos al
hospital (30 km de recorrido) para que me dijeran “pues no, me parece que te
has equivocado, empiezas el miércoles”.
¿Qué me he equivocado? Todavía
recuerdo como el jueves pasado me llama un señor desde el hospital para decirme
alto y claro “nos vemos el lunes a las 10”.
Lunes.
10:00h.
¿Fácil, no?
Y mira que el teléfono lo cogí
con el oído “bueno” que según la ultima audiometría esta bastante por encima de
la media de la gente de mi edad.
Así que… ¿a que estamos jugando?
Vale, no es nada. Son errores “administrativos”.
Pero no puedo para de preguntarme “¿con todos estos errores apuntaran al lugar
correcto?”.
Y además, perdonadme si soy así
de “fina”… psicológicamente es un coñazo. Es un coñazo la espera. Es un coñazo
un error. Es un coñazo recorrer 60 km para nada. Es un coñazo estar en tensión porque
“mañana es el día” y al final no lo es. Es un coñazo volver a llamar a la
doctora del CAP para decirle “oye que hoy tampoco, la baja para el miércoles”.
Vale, estoy estresada.
Igual si me tuviera que hacer UVA
en lugar de radio estaría mejor, pero como no es el caso y además soy morena de
nacimiento y tengo un maldito mini-bollo en la cabeza tendré que lidiar con la situación.
Así que desde aquí: señores, un
poco de cuidado con estas cosas, por favor. Estamos en una situación en la que
somos muy sensibles. Cuidadnos un poco más. Y cambiad la maldita aplicación informática
que es una mierda (no diré nada de dar siempre la culpa a los informáticos por
cualquier cosa pase… empieza a ser una profesión verdaderamente difícil).
En fin, serafín.
Para calmarme un poco, me he
cogido vacaciones hasta el miércoles. Y me he tomado una infusión de estas
relajantes.
Espero que el miércoles me dejen
empezar. Cuanto antes empiece, antes acabaré. Y que apunten bien :(