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lunes, 20 de agosto de 2012

Calma y tranquilidad.


Cada día que pasa sigo evolucionando. Ahora mismo lo que mas me molesta es el ruido que junto con los acufenos del oído derecho hace que me canse y me de dolor de cabeza y ganas de estar en una habitación sola y sin luces un buen rato. Los ruidos pueden ser cualquiera: los partidos en la tele me molestan sobremanera, gente hablando, niños gritando… a veces la simple tele basta. Depende del momento y de lo cansada que esté. Espero mejore esto porque veo aquí mermada mi capacidad de concentración y como el neurocirujano no ha encontrado el chip de la mala leche y sigue en mi cabeza todo este follón hace que me ponga un poco borde con quien no debiera. Espero de todo corazón que mejore.

Hoy quería comentar un aspecto que me parece fundamental en mi caso y, en general, en todos los casos en los que mientras vives tan ricamente tu vida te topas con algún obstáculo que te parece muy difícil de superar.
Las palabras claves son calma y tranquilidad.
Al principio es normal asustarse: cuando no sabes bien lo que te espera y hay muchas variables que no puedes controlar en persona es muy normal que entre en juego el miedo y no te deje pensar con claridad. Pero hay que tranquilizarse y empezar a analizar la situación. Siempre hay solución a las cosas: incluso cuando parece que no. Al final somos todos necesarios pero no indispensables, sin nosotros el mundo rodaría igual y todo seguiría existiendo y las cosas se volverían a asentar y la gente volvería a sonreír. Esto para ser muy pesimista.
Siendo optimista, no hay problema que no tenga solución.
En mi caso ha sido así:
  • Cuando eres madre ya casi no tienes tu tiempo, estas dedicada al 100% a tu hijo. ¿Como vas a dejarlo solo una semana? Pues lo dejas. Y tan ricamente se queda con abuelos, padre, tías, primos. Y no les pasa nada. O si, en mi caso tuve la mala suerte de que se me pusiera malo (exantema súbito, esta enfermedad de los niños que no conocía de nada) y a mi vuelta su reacción fue quedarse de piedra, mirarme con los ojos súper tristes diciéndome “¿pero donde estabas cuando te necesitaba?”. Pues no estaba pero no por mi voluntad, así que nos echamos unas lágrimas los dos, nos abrazamos e intentamos recuperar el tiempo perdido. Sin mirar atrás y sin culpabilidad. Aquí no hay culpable, solo hay mala suerte. Y contra esta todavía no he aprendido a luchar.
  • Dar el pecho: lo he hecho todo para poder seguir y aquí estamos. Pero claro, la producción no es la misma y hay que tener paciencia. Lo digo más alto HAY QUE TENER PACIENCIA. No obsesionarse y estar tranquila. Para tener mas leche no hay nada (creo algún asesor de lactancia me refute si no es así) que muchas ganas, tranquilidad, paciencia, dejar que el niño vaya haciendo sin forzar, beber mucho y comer bien. Las primeras noches en casa no dormía pensando que no tenía leche suficiente. Esto en 2 días lo tuve que abortar o iba a empeorar mi salud además de no obtener absolutamente nada positivo. Cuesta convencerse, pero puede hacerse. Hay que ser positivos e ir un paso a la vez. Todo se arregla.
  • Dejar que la gente se ocupe de las cosas. Soy demasiado activa, me cuesta delegar. Ahora he aprendido como se hace y que se tiene que hacer. Y que a veces las cosas van mejor si sigues consejos sobre como organizarlas y no vas con tus ideas preconcebidas de “como tiene que ser”. Flexibilidad, flexibilidad, flexibilidad. Esto ayuda muchísimo.
  • No hay que tener prisa. Todas las cosas requieren tiempo: recuperarse, estar bien tanto psicológicamente como físicamente. Y todo esto no se puede acelerar… o si, con mucho optimismo y tranquilidad. Y sin prisa alguna.

Todo esto lo he aprendido porque 3 personas que me rodean han hecho que me entrara en la cabeza: mi marido Héctor, mi madre y mi hijo (los niños saben enseñarte, lo aseguro).
Ahora mismo puedo decir que sin ellos estaría 1000 veces peor de cómo estoy ahora.

¿Hay algo más importante que tener personas estupendas cerca? No. Seguro que no.

1 comentario:

  1. Me ha gustado mucho esta entrada. Tienes mucha razón en todos ellos. La mayoría se aprenden con los años pero parece que todos los estas aprendiendo en un corto espacio de tiempo. Sigue adelante Anto que estamos todos ahí para ayudarte y apoyarte. Un abrazo!!!!

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