Traducir

jueves, 28 de junio de 2012

Ley de vida



Todas las personas nacen, crecen, viven, mueren. Es inevitable.
A veces estas cosas tienen otro orden y muchos desafortunadamente no llegan a conocer ciertas fases de la vida.
Entonces podemos decir que lo único cierto de nacer es que tarde o temprano nos moriremos.

Vale.

Pero aunque sea cierto e inevitable este hecho es muy difícil de aceptar, te llena de tristeza, de dolor, te inundan los recuerdos, te oprimen todas las palabras que podrías haber dicho y no lo has hecho y todas la que podrías haberte callado y tampoco lo has conseguido.

Al final para la persona que se va esto importa poco. Se va y no va a volver. Tú te quedas y sigues pensando. Así que, para tu propio bien, si vas a sobrevivir a los que te rodean mejor piensa dos veces antes de hablar y se mas espontáneo si quieres expresar algo, no te calles.

En una ocasión dije que me gustaría ser la primera en irme entre todos mis seres queridos. Y sigo pensando lo mismo. Lo único que no había especificado es que me encantaría vivir 150 años, así mis padres deberían vivir 170 como mínimo.

Por esto las religiones han inventado esto de la vida eterna: el sueño de todo hombre es no morirse nunca. Nunca.

Todo esto va uno pensando cuando asiste a un funeral. Más todos los pensamientos y recuerdos para la persona que se ha ido. Y es inevitable, inevitable: vas a estar triste unos días como mínimo.

domingo, 24 de junio de 2012

El día mas largo del año


El solsticio de verano, San Joan… como queréis llamarlo. El día mas largo del año. Y para mi realmente ayer lo fue. 

Ha habido días en los que me he encontrado bien, regular y mal. Ayer estuve fatal, literalmente. Dolor de cabeza (pero mucho mucho), nausea, la cara mas dormida de lo normal, oía raro, me veía rara, no veía bien… vamos, toda una serie de síntomas que casi me han hecho ir a urgencias.

Al final no he ido porque igual es normal que empiece a encontrarme así… lo raro es que Willy no me haya causado tanto daño antes. Por esto cuando he empezado a encontrarme mejor mi primer pensamiento ha sido “si que hay espacio en mi cabeza si tenia que ser tan grande para liarla tanto”. 

A ver que pasa con mi QI cuando me lo quiten… :D

Hoy me encuentro mejor, me ha vuelto la gana de sonreír.

Solo un apunte… mecagoenlosmalditospetardosyenquienvieneadisparalosdebajodemiventanadelahabitacionmientraselniñointentadormir… les deseo una diarrea de las pesadas. Pues eso, de 2 a 5 no ha habido manera de dormir… todos “pumba” y sonrisas… :D

jueves, 21 de junio de 2012

Ready to go…


Ayer acabé las pruebas del pre operatorio… la última era una entrevista con el anestesista, muchas preguntas sobre enfermedades pasadas, síntomas presentes, cuanto peso y mido (le he dicho que no lo sabía pero no me ha pesado, ha apuntado el peso “a ojo” que controlando bien es 4 kg menos del real… es que con mi carita engaño mucho!!) y me ha tranquilizado sobre la anestesia y sobre la operación en general. La verdad es que es muy bueno que te tranquilicen, se lo que me espera pero que me digan de estar tranquila me ayuda mucho.

Ahora solo me falta recibir la llamada del gestor de los pacientes para saber una fecha, entonces todo cambiará. No estaré esperando sin más, si no esperando algo concreto e ineludible que sé que me tiene que pasar pero no creo estar suficientemente preparada… bueno, creo que por cuanto quieras prepararte nunca es el momento adecuado… es como tener un niño… ahora no que tengo trabajo inestable, ahora no que estoy de alquiler, ahora no que no gano suficiente, ahora no que gobierna el PP (¡?!?!?!)… si no eres un poco inconsciente nunca lo tendrías. Y lo que experimentas una vez que está en tus brazos no tiene precio J

Voy a ver el lado positivo del tema: después de la operación adelgazaré bastante, será como un plan bikini a lo bestia. Me sacaran a Willy que tiene que pesar lo suyo y además me tendrán a régimen unos días. Genial.

sábado, 16 de junio de 2012

Sin preocupaciones, sin remordimientos


Como no… un post de política tocaba, con todo lo que nos está cayendo encima. Las bolsas (que yo quemaría), los mercados (no el de fruta y verdura del sábado, el mercado malo, de cosas que no existen), los recortes, los sacrificios, la xenofobia, el egoísmo, las guerras, la hambruna en África… ¿tenéis más cosas desagradables que están pasando? Seguro que sí, pero si nos ponemos hacer una lista exhaustiva no acabamos nunca.

Y diréis “¿qué carajo tienen a que ver todas estas cosas con tu tumor?”.

Pues nada y todo. 

Cuando te pasa algo así, empiezas a fijarte mucho más en las cosas (buenas o malas) y a razonar. Empiezas a ver las cosas desde otra perspectiva, que no es la típica “voy deprisa, no tengo tiempo, aih que mal que me sabe pero no me paro a pensar”. No. Te paras a pensar porque analizas el dolor que causa según qué cosa a según qué persona. Empiezas a medirlo todo utilizando el dolor. 

Y claro… ver todos los que han causado todo este follón (no nos excluyamos porque nosotros también tenemos algo de culpa con nuestras actitudes egoístas y fatalistas) tranquilos en sus sitios, que siguen jugando su juego, que siguen cobrando aunque hayan miles y miles de personas en el paro que no pueden comprar ni comida para sus hijos, ver los que han especulado en los “mercados” con bienes como comida sin preocuparse ni por un momento que sus acciones llevarían a empeorar la vida (la vida y la muerte) de miles de personas… pues bien, ver todo esto te hace hervir de rabia.

Muchos expertos y premios nobel (juas, me parto con estos) dicen que mi idea de estar todos bien no es viable, que es imposible. Es que ellos quizás por “estar bien” entienden tener un yate en el puerto, una casa en Hawái y poder comprarte unos calzoncillos que cuestan 2000 euros, pero no, mi idea de estar bien es poder comer bien todos los días sin pasar hambre (tampoco carne todos los días que no es sostenible ni bueno para la salud), poder estudiar sin problemas de dinero, tener acceso a un sistema de salud público y eficiente, tener una casa o poderla alquilar (que no un palacio con muebles de diseño). 

“¡Mucho!” me diréis. Somos demasiados y consumimos demasiado.

Vale. Pues hagámoslo meno. Limitemos el consumo (de energía, agua… lo que sea) y repartamos lo que tenemos entre muchos, podemos hacerlo, podemos estar bien todos. Podemos compartir los recursos de nuestro planeta, podemos encontrar un equilibrio que nos permita vivir tranquilos y felices.

Driiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiin…

Mierda, el despertador. Ya me he olvidado de lo que estaba soñando…

p.s. esto es lo que nos pasa a la mayoría, olvidarnos siempre de los buenos propósitos. En cambio deberían regir nuestra existencia.

miércoles, 13 de junio de 2012

La espera


Colas en el medico, en las tiendas, cartas que tienen que llegar, cumpleaños, fiestas, vacaciones, bodas, el día del nacimiento de tu hijo… en esta vida todo es espera. Y las cosas llegan, tarde o temprano.

Este tipo de espera que estoy experimentando últimamente es algo diferente y se me hace cada día más pesado.

“Te avisaran con una semana de antelación para la operación” me dijo el médico.

Vale, perfecto. Pero… cuando carajo llega este día?

Cada día que pasa me encuentro peor… que la cabeza me estalla, que tengo más mareos y no puedo andar recta, que se me duerme media cara, que no noto bien los sabores… una cosa detrás de la otra. Y mientras esperas.

Esperas a ver cuándo te abren la cabeza y te sacan a la cosa esta que ha decidido crecer donde no debía sin tu consentimiento. Claro está que quizás si te dieran una fecha concreta te escaparías a China justo antes… es que a nadie le apetece ser taladrado.

La verdad es que no sé qué es mejor: si esperar no sabiendo o esperar sabiendo. 

El tema es que esperar en sí, y especialmente en estas condiciones, no es nada bueno.

Hoy estoy un poco xof, mañana irá mejor.

domingo, 10 de junio de 2012

La musica me ha salvado la vida


Desde que tengo recuerdos, desde que tengo uso de la razón (igual me contestareis “nunca”)… siempre, siempre, siempre he amado la música. Mi vida está marcada por canciones, los momentos más importantes, todos los días. A veces pienso y me expreso a través de canciones, muchas veces cuando no tengo mi lector mp3 escucho canciones en mi cabeza.

La música es mi vida.

La música me ha salvado la vida.

Mientras todo el mundo (y yo también al final estaba convencida) me decía que mi malestar solo tenía a que ver con el post-parto, con las noches sin dormir, con las cervicales por llevar al peque mucho rato en brazos… la música me ha hecho entender que había algo más, algo que no controlaba yo. Si no hubiese sido por la música, por el hecho de no oír perfectamente igual habría dejado correr el malestar y esto podría haberse complicado.

Empecé hacer música “en serio” muy tarde, acabada la universidad. Cuando empecé a trabajar me pagué clases de canto, solfeo y harmonía. ¡Por fin podía hacerlo!

Encontré un grupo… de blues… ¡tenía unas ganas! Recuerdo todavía mi primer día… ¡mi prueba! Estaba súper preocupada, no me sentía a la altura y quería salir corriendo de allí. En cambio ellos me escogieron, continué muchos años cantando con ellos, me di cuenta que eran personas excepcionales (no todos… pero unos cuantos valen más que el oro) y que había tenido una gran oportunidad: crecer musicalmente. Luego conocí uno de los guitarras más bueno que con el que me he cruzado en mi vida, él tenía otro grupo y al final acabé participando allí también… solo escucharlos tocar valía la pena el viaje hasta donde ensayan.

Cuando me quedé embarazada tenía claro mi vida cambiaria, que habría un antes y un después. Lo que también tenía claro en todo momento era que no quería dejar la música. No es que sea un buen músico, soy mala y músico analfabeta pero cantar en un ensayo, estar escuchando los demás chicos tocar y cantar… ya solo esto me hace feliz.

Por esto a los 4 meses de peque decidí volver… total, aunque estuviera intranquila al niño no le pasaría nada por quedarse cuatro horas en casa con su padre… además le dejaba un biberón de mi leche por si acaso… si, un poco culpable me sentía pero las ganas eran más fuertes de la culpabilidad.

Así volví al grupo. Así me di cuenta que algo no iba bien en mi oreja derecha y fui a un otorrino.

Tengo muy poca pérdida auditiva, pero lo que escuchaba no me gustaba nada: ya no lo oía todo claro y cristalino y no podía ser que fuera culpa de los músicos. Algo marchaba mal. 

Y mira… tengo a Willy dando por saco en mi nervio acústico.

Pase lo que pase, seguiré amando la música.

Toda la música. Desde la que escuchaba en el Razzmatazz pinchada por el Dj Amable, a los grandísimos blues, viejos y nuevos, al funk, al soul y acid jazz que el nuevo grupo me ha hecho descubrir, algunos autores italianos, otros descubrimientos en catalán o castellano. También he escuchado música étnica, chill out, mucho mucho jazz, música de autor. Recuerdo un concierto de Manu Chao de 3 horas y pico los primeros días que llegué a Barcelona hace 11 años, recuerdo todos los conciertos que he visto… Bebo Valdes, he podido ver a B.B. King tantos años y un concierto interminable, los Arcade Fire, The Cure, Depeche Mode, Strokes, Franz Ferdinand, Buika, Lizz Wright, Joss Stone, Chick Corea, Sonny Rollins, Brad Mehldau, Omar Sosa, Luciana Sousa, Herbie Hancock y muchos más. 

Amo toda la música (menos el reaggeton, por favor, esto no). Toda la buena música. Me gustaría que todo el mundo descubriese la buena música, no solo los éxitos que echan por las radios: todo el mundo debería poder tener tiempo y ganas para encontrar lo mejor para él, descubrir canciones desconocidas y hermosas que llenen su día y le acompañen en los momentos felices y en las dificultades.

Durante la resonancia magnética repetía canciones en mi cabeza y recorría todos los sitios visitados en mi viaje de boda: Kings of Convenience “Riot on an empty Street” y veía Japon y Nueva Zelanda. Puedo recordar cada nota y cada momento.

Hoy os dejo con Leela James y “Music”. Es lo que siento. (me gusta más la versión live, pero no hay ninguna de buena calidad :P)

anto

lunes, 4 de junio de 2012

El doctor Miguelañez (bitter pill to swallow)


Any resemblance to real events and/or to real persons, living or dead, is purely coincidental.

Hoy os voy a contar un cuento. Va de una chica que tiene un neuroma y la tienen que operar. Ya tenía medico pero todo el mundo le decía que mejor iba a buscar una segunda opinión… y ella también al final pensaba que podía ser algo bueno. Entonces un buen día se decidió y llamo un conocido médico, experto en lo que le pasaba a ella, para pedir cita y presentarle su caso.

Secretaria: “Buenos días, despacho del Doctor Miguelañez ¿que desea?”
Chica: “Buenos días, quería pedir hora con el doctor”
S: “le va bien el próximo lunes a las 17:00”
C: “si claro, perfecto”
S: “hasta entonces!”

La chica estaba flipando… con lo lentas que son las cosas hoy en día en la sanidad pública, esto de llamar un jueves y tener cita para el lunes le parecía increíble. Claro que la sanidad privada es otra cosa… y pronto iba a darse cuenta de lo verdadero que resulta esto.

El lunes puntual acude la chica con su pareja a la consulta del emérito Doctor Miguelañez. La chica se sienta en la bonita entrada de la consulta, llena de sofás y con lámparas y cuadros bonitos. Había muchísima gente y la chica se preguntaba “¿pero cómo puede un doctor solo ver a tanta gente un mismo día?”. La chica se puso a observar junto con su pareja como estaba organizado el todo. Al cabo de un rato de esperar (tres cuartos de hora) la llamaron para hacerle una audiometría (ella no lo había pedido, ya se la habían hecho en otro médico antes pero pensó "bueno, igual es mejor que me controlen otra vez) y paso a la sala de la audiologa. 

Al salir esperó media hora más y la llamaron para ver un médico que no era el emérito, el medico la recibió con una sonrisa y varias bromitas que se le pasaron enseguida al ver la resonancia magnética que la chica llevaba. La chica dijo “es que se perfectamente lo que me pasa por esto he pedido cita con el doctor, porque él es experto en esto para saber su opinión. No necesito un diagnóstico, necesito una opinión más”.
La chica vuelve a la sala de espera y le dicen que antes de hacerla pasar con el doctor necesitan hacerle más pruebas que se van a necesitar para evaluar la situación. 

La chica espera más tiempo… tic, tac, tic, tac… tiene las tetas que le explotan porque había ido al trabajo y luego al médico y no pensaba volver tan tarde a casa… tic, tac, tic, tac… pensaba en el niño en casa sin ella desde bien pronto por la mañana y los pechos a punto de explotar… tic, tac, tic, tac… pasa media hora más y la llaman para las pruebas. 

Le hacen las dichosas pruebas y vuelve a la sala de espera… tendrá que esperar el informe de las pruebas para poder pasar con el emérito… tic, tac, tic, tac… ai cuanto tiempo tardan? tic, tac, tic, tac.

Por fin llegan, al cabo de 20 minutos más y ahora la chica solo tiene que esperar para ser recibida por el doctor. La hacen pasar junto con su  pareja a otra sala de espera y la pareja (gran observador) se da cuenta cómo funciona la consulta. Su interés en la automatización de procesos le hace entender “cómo está montado el tinglado”.

Cada sala tiene una videocámara y un sistema que indica si está llena o vacía. Van pulsando los botones a medida que las personas entran y salen así las salas de las pruebas y de los médicos “menores” están sin ocupar muy poco tiempo. Tiene un sistema de micrófonos para ir llamando a la gente a medida que las salas se liberan.  Es como una cadena de montaje… en lugar de las piezas a fabricar están los pacientes.

La chica y su pareja se ríen un rato… nunca hay que dejar de reírse, ¿recordáis? Les parece poco humano este sistema de optimización, aunque seguro que así se pueden atender cuantos más pacientes (mejor :D). También se dan cuenta que los otros médicos actúan como filtros y solo llegan al emérito los pacientes que tienen algo notable.

Por fin. El emérito. Hombre de 70 años. ¿Aguantaría una operación de 10-12 horas o se quedaría dormido?.

“mire, tengo una experiencia infinita (la chica no lo pone en duda) … pero a usted la han visto en otro sitio? Que le han prometido? (la chica explica que no le han prometido nada, solo le han explicado lo que puede pasar) Ah bien! Olvídese del oído, se va a quedar sorda si o si con un tumor de este tamaño. Yo le garantizo un XX por ciento de afectación del nervio facial (la chica no se explica cómo puede garantizar algo pero no pregunta, solo pregunta como operaria el tumor). Por supuesto entraría por vía trans-laberintica, olvídese del oído, además en las pruebas me sale que tiene un 80% de parálisis facial así que… en pacientes jóvenes hay que extirpar todo y punto. Ni radiocirugía ni nada. ¿Pero se puede saber cómo no se lo han diagnosticado antes?”.

La chica ya tiene el ánimo debajo de los pies. Claro que no ha estado escondiendo esto que tiene… simplemente no se ha visto además tiene muy pocos síntomas… que se acentúan cuando tiene muchas lágrimas en los ojos, como en aquel momento.

Pero aquí no se ha acabado. Todavía queda el gran final. Al salir la chica pasa por mostrador para pagar la visita (y las pruebas que no pidió). 

S: “¿Es de alguna mutua?”
C: “Si pero este médico no me entra”
S: “le preparo la factura”
C: “De paso hágame una copia de todo los resultados, por favor”
S: “son 340 euros”

Los 340 euros más amargos de la vida de la chica. Los de la grúa y multa del coche le han parecido unos caramelos en comparación.

Mientras la secretaria le hace las copias, llega por la parte de dentro del mostrador una “cosa”… una viejestorra con el pelo rubio de bote, pintada, con los labios hinchados de silicona y los pómulos de botox (en todo esto faltaba la bruja del norte). La vieja restaurada empieza a mirar en los papeles de la chica (que mientras esta flipando porque piensa “y esta quien coño es y que hace mirando mis cosas?????”) y luego dice:

Viejestorra: “¿quiere que le haga un presupuesto de la operación?”
Chica (que quería sacarse de encima la cosa esta desagradable): “ No gracias, la clínica me entra en el seguro”
V: “SI la clínica si le entra, pero el honorario del doctor no…”
C: “Si lo necesitara volvería, no se preocupe”.

La chica no le escupe a la cara por simple educación. Educación publica por muchos años y de sus padres desde siempre. Pero muy buena educación.

Al salir la chica dije en voz alta: “por esto la BUENA sanidad tiene que ser publica, universal y para todos, SIEMPRE. Porque igual sí que puedes pagar la operación pero no es asi para todos. Y TODAS las personas que tuvieran necesidad y no tuvieran dinero para pagarla TIENEN derecho a ser operados y asistidos por una Sanidad pública de calidad. Por esto tenemos que salir a la calle.”

Y se fue a casa donde su niño la esperaba para darle un abrazo de estos que no acaban jamás.